Mejor con cobre – Construir un futuro sostenible: El papel vital del cobre en las infraestructuras ▶️ Better with Copper – Building a Sustainable Future: The Vital Role of Copper in Infrastructure

(Fuente / Source: https://copper.org/better/thought-leadership.php)
En una era marcada por un compromiso inquebrantable con la sostenibilidad, la eficiencia y la fiabilidad, nuestras decisiones sobre los materiales de las infraestructuras tienen una importancia sin precedentes. Las previsiones indican que la población mundial aumentará hasta los 9.800 millones en 2050 y alcanzará la asombrosa cifra de 11.200 millones en 2100. Para acomodar este crecimiento exponencial se necesitan importantes inversiones en infraestructuras, y las previsiones indican que solo entre 2016 y 2040 se necesitará una inversión anual de 3,2 billones de dólares en infraestructuras.
A la hora de afrontar los complejos retos de ampliar y modernizar las infraestructuras, debemos considerar materiales que puedan resistir las exigencias de la transformación global, el crecimiento demográfico, las innovaciones tecnológicas, el progreso económico y la urgente realidad del cambio climático. Un elemento modesto pero de incalculable valor ha resistido sistemáticamente la prueba del tiempo, encarnando la sabiduría acumulada de nuestra historia y defendiendo de forma innegable su papel indispensable en las infraestructuras del futuro: el cobre.
Históricamente, el cobre ha superado muchos de estos retos y ha demostrado ser casi insustituible. Tiene una presencia omnipresente en el ámbito de la electricidad, con aproximadamente el 60% de la producción mundial de cobre dedicada a aplicaciones eléctricas. Además, el cobre está presente en prácticamente todos los sectores de las infraestructuras, como los servicios públicos, el transporte, las comunicaciones y la producción y distribución de energía, gracias a sus propiedades únicas que lo convierten en una opción de infraestructura responsable. En particular, el cobre brilla como un material altamente sostenible, que fomenta una economía circular. Desempeña un papel destacado en los sectores de las energías alternativas, incluidos los vehículos eléctricos, los equipos de eficiencia energética y las instalaciones de energía solar y eólica. Por ejemplo, se prevé que sólo la energía eólica consuma una media de 548 kilotoneladas de cobre al año. Un atributo excepcional del cobre es su infinita reciclabilidad, con casi dos tercios de los 690 millones de toneladas de cobre producidas en el último siglo todavía en uso, contribuyendo activamente a diversas aplicaciones en su segundo, tercer o mayor ciclo de vida. Muchos productos semiacabados de cobre y aleaciones de cobre, como los tubos de fontanería, las varillas de latón y los productos laminados planos, también contienen más del 50% de material reciclado procedente de fuentes anteriores y posteriores al consumo. Esta excepcional reciclabilidad reduce significativamente la necesidad de minería primaria, conservando los recursos naturales y mitigando la huella de carbono de los proyectos de infraestructuras centrados en el cobre. En el ámbito de la durabilidad, el cobre demuestra su resistencia incluso en los entornos más duros, lo que le ha valido el apodo de «patrón oro» en tuberías de agua. El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE.UU. atestigua que las tuberías de agua de cobre tienen una vida útil de entre 50 y 70 años.
La distinción del cobre en infraestructuras radica en sus excepcionales propiedades físicas que equilibran fuerza, conformabilidad, resistencia a la corrosión y una capacidad casi infinita para formar aleaciones que se adapten a las demandas de aplicaciones específicas de uso final. La conductividad eléctrica del cobre lo convierte en una opción inigualable para infraestructuras eléctricas y energéticas eficientes, que suministran corriente eléctrica con pérdidas mínimas desde el punto de generación hasta el punto de uso. La conductividad térmica del cobre es igualmente impresionante e importante para los sistemas eléctricos y mecánicos. La alta conductividad térmica del cobre lo hace ideal para la calefacción, la refrigeración y la refrigeración sostenibles y eficientes de nueva generación. Su alta conductividad térmica y eléctrica combinadas evitan el sobrecalentamiento de circuitos, equipos y sistemas eléctricos vitales, lo que permite que funcionen más fríos y duren más.
Nos encontramos en una posición única en la que poseemos la visión y los conocimientos necesarios para abordar de forma responsable las demandas actuales y futuras de infraestructuras. En este empeño, el cobre emerge como un socio duradero que ofrece un camino hacia un futuro más sostenible y resistente.
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In an era marked by an unwavering commitment to sustainability, efficiency, and reliability, our choices regarding infrastructure materials carry unprecedented significance. Projections indicate that the global population will surge to 9.8 billion by 2050 and reach a staggering 11.2 billion by 2100. Significant investment in infrastructure is needed to accommodate such exponential growth, with forecasts indicating that between 2016 and 2040 alone, an annual investment of 3.2 trillion dollars is needed in infrastructure.
As we confront the complex challenges of expanding and upgrading infrastructure, we must consider materials that can withstand the demands of global transformation, burgeoning populations, technological innovations, economic progress, and the urgent realities of climate change. One unassuming yet invaluable element has consistently withstood the test of time, embodying the accumulated wisdom of our history and making an undeniable case for its indispensable role in future infrastructure: copper.
Copper has historically risen to meet many of these challenges and proven itself nearly irreplaceable. It holds a ubiquitous presence in the realm of electricity, with approximately 60% of global copper production dedicated to electrical applications. Furthermore, copper finds its place in virtually every infrastructure sector, encompassing utilities, transportation, communications, and energy production and distribution, thanks to its unique properties that make it a responsible infrastructure choice. Notably, copper shines as a highly sustainable material, fostering a circular economy. It plays a prominent role in alternative energy sectors, including electric vehicles, energy-efficient equipment, solar and wind power installations. For instance, wind power alone is projected to consume an average of 548 kilotonnes of copper annually. An exceptional attribute of copper is its endless recyclability, with nearly two-thirds of the 690 million tonnes of copper produced in the last century still in use, actively contributing to various applications in its second, third, or greater life cycle. Many semi-finished copper and copper alloy products like plumbing tube, brass rod and flat rolled products also contain well over 50% recycled content from both pre- and post-consumer sources. This exceptional recyclability significantly reduces the need for primary mining, conserving natural resources and mitigating the carbon footprint of copper-focused infrastructure projects. In the realm of durability, copper proves itself resilient even in the harshest environments, earning the moniker of the gold standard in water piping. The U.S. Department of Housing and Urban Development attests to copper water pipes boasting a remarkable lifespan ranging from 50 to 70 years.
Copper’s distinction in infrastructure lies in its exceptional physical properties that balance strength, formability, corrosion resistance and a nearly endless ability to form alloys to suit the demands of specific end use applications. Copper’s electrical conductivity makes it an unparalleled choice for energy-efficient electrical and energy infrastructure, delivering electrical current with minimal losses from the point of generation to the point of use. Copper’s thermal conductivity is equally impressive and important to both electrical and mechanical systems. Copper’s high thermal conductivity makes it ideal for next generation efficient, sustainable heating, cooling and refrigeration. It’s high thermal and electrical conductivity combined keep vital electrical circuits, equipment, and systems from overheating, allowing them to run cooler and last longer.
We stand in a unique position where we possess the vision and knowledge to address current and future infrastructure demands responsibly. In this endeavor, copper emerges as an enduring partner, offering a pathway to a more sustainable and resilient future.
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Cobertura de la industria minera del cobre en Chile ▶️ Coverage of the copper mining industry in Chile

Cobertura de la industria minera del cobre en Chile
En las cuentas nacionales de Chile, la actividad minera del cobre comprende desde la extracción del mineral hasta su refinación, independiente del proceso metalúrgico empleado para ello. El criterio aplicado para tal definición se basa en el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN*), que difiere de los lineamientos que definen la industria minera de acuerdo a la Clasificación Industrial Internacional Uniforme (CIIU). Según esta última, parte de la actividad minera medida por el SCIAN corresponde a la industria manufacturera.
Para extraer el cobre en su estado puro, se distinguen dos procesos metalúrgicos dependiendo de si el mineral es del tipo oxidado o sulfurado. El mineral oxidado, que se encuentra en zonas más cercanas a la superficie y presenta, por tanto, mayor cantidad de oxígeno, sigue un proceso de hidrometalurgia, que incluye las etapas de lixiviación del mineral, extracción por solventes y electroobtención, dando origen al cátodo de cobre electroobtenido (cátodo EW). El mineral sulfurado en tanto, que se encuentra a mayor profundidad y contiene mayor cantidad de azufre, sigue un proceso de pirometalurgia, que incluye las etapas de flotación, fundición y refinación electrolítica, generando como producto final el cátodo de cobre electrorrefinado (cátodo ER), y como productos intermedios el concentrado de cobre (tras la etapa de flotación), el cobre blíster y los ánodos de cobre (tras la etapa de fundición). A diferencia del proceso de pirometalurgia, el hidrometalúrgico es continuo, por lo que no se derivan productos intermedios comercializables.
Según el SCIAN, el proceso completo de hidrometalurgia se clasifica como actividad minera, en tanto que el proceso pirometalúrgico se considera minero sólo hasta la etapa de flotación, clasificando el resto en la actividad de la industria manufacturera. En contraste, de acuerdo con la CIIU la hidrometalurgia y la pirometalurgia son procesos mineros sólo hasta las etapas de lixiviación y flotación, respectivamente, siendo procesos industriales las etapas posteriores. Sin embargo, este criterio no es aplicable en la práctica, ya que, si bien en la producción pirometalúrgica es posible distinguir las estructuras de costos correspondientes a cada etapa del proceso (de una planta concentradora, una fundición y una refinería), no lo es en el caso de la producción hidrometalúrgica, puesto que, al ser un proceso continuo, dichas estructuras se encuentran integradas.
La adopción del SCIAN para medir la minería del cobre en Chile obedece a una mayor similitud con los procesos metalúrgicos realizados en Estados Unidos y, en menor medida, México, países que concentran, junto a Chile, prácticamente dos terceras partes de la producción mundial de cátodos EW.
*/ Ver United States Census Bureau (2017).
Fuente: https://www.bcentral.cl/web/banco-central/w/recuadro-2.2
Coverage of the copper mining industry in Chile
In Chile’s national accounts, copper mining activity covers everything from ore extraction to refining, regardless of the metallurgical process used. The criterion applied for such definition is based on the North American Industrial Classification System (NAICS*), which differs from the guidelines that define the mining industry according to the International Standard Industrial Classification (ISIC). According to the latter, part of the mining activity measured by SCIAN corresponds to the manufacturing industry.
To extract copper in its pure state, two metallurgical processes are distinguished depending on whether the ore is of the oxidized or sulfide type. Oxidized ore, which is found in areas closer to the surface and therefore has a greater amount of oxygen, follows a hydrometallurgical process, which includes the stages of leaching of the ore, solvent extraction and electrowinning, giving rise to the electrowon copper cathode (EW cathode). The sulfide ore, which is found at greater depth and contains a greater amount of sulfur, follows a pyrometallurgy process, which includes flotation, smelting and electrolytic refining stages, generating as final product the electrorefined copper cathode (ER cathode), and as intermediate products the copper concentrate (after the flotation stage), blister copper and copper anodes (after the smelting stage). Unlike the pyrometallurgical process, the hydrometallurgical process is continuous, so no marketable intermediate products are derived.
According to SCIAN, the complete hydrometallurgy process is classified as a mining activity, while the pyrometallurgical process is considered mining only up to the flotation stage, the rest being classified as manufacturing activity. In contrast, according to ISIC, hydrometallurgy and pyrometallurgy are mining processes only up to the leaching and flotation stages, respectively, with the later stages being industrial processes. However, this criterion is not applicable in practice, since, although in pyrometallurgical production it is possible to distinguish the cost structures corresponding to each stage of the process (of a concentrator plant, a smelter and a refinery), this is not the case for hydrometallurgical production, since, being a continuous process, these structures are integrated.
The adoption of SCIAN to measure copper mining in Chile is due to a greater similarity with the metallurgical processes carried out in the United States and, to a lesser extent, Mexico, countries which, together with Chile, account for practically two thirds of the world production of EW cathodes.
*/ See United States Census Bureau (2017).
Source: https://www.bcentral.cl/web/banco-central/w/recuadro-2.2
Estadísticas e información sobre el cobre ▶️ Copper Statistics and Information

Estadísticas e información sobre la oferta, la demanda y los flujos mundiales de la materia prima mineral cobre.
El cobre suele encontrarse en la naturaleza en asociación con el azufre. El cobre puro metálico se produce generalmente a partir de un proceso de varias etapas, que comienza con la extracción y concentración de minerales de baja ley que contienen sulfuros de cobre, y sigue con la fundición y el refinado electrolítico para producir un cátodo de cobre puro. Una parte cada vez mayor del cobre se produce a partir de la lixiviación ácida de minerales oxidados. El cobre es uno de los metales más antiguos jamás utilizados y ha sido uno de los materiales importantes en el desarrollo de la civilización. Debido a sus propiedades, singulares o combinadas, de gran ductilidad, maleabilidad y conductividad térmica y eléctrica, y a su resistencia a la corrosión, el cobre se ha convertido en un metal industrial importante, ocupando el tercer lugar después del hierro y el aluminio en cuanto a cantidades consumidas. Los usos eléctricos del cobre, que incluyen la transmisión y generación de energía, el cableado de edificios, las telecomunicaciones y los productos eléctricos y electrónicos, representan aproximadamente las tres cuartas partes del consumo total de cobre. La construcción es el mercado más importante, seguido de la electrónica y los productos electrónicos, el transporte, la maquinaria industrial y los productos de consumo y generales. Los subproductos de la fabricación de cobre y los productos de cobre obsoletos se reciclan fácilmente y contribuyen significativamente al suministro de cobre.
(Fuente: USGS https://www.usgs.gov/centers/national-minerals-information-center/copper-statistics-and-information)
Statistics and information on the worldwide supply of, demand for, and flow of the mineral commodity copper
Copper is usually found in nature in association with sulfur. Pure copper metal is generally produced from a multistage process, beginning with the mining and concentrating of low-grade ores containing copper sulfide minerals, and followed by smelting and electrolytic refining to produce a pure copper cathode. An increasing share of copper is produced from acid leaching of oxidized ores. Copper is one of the oldest metals ever used and has been one of the important materials in the development of civilization. Because of its properties, singularly or in combination, of high ductility, malleability, and thermal and electrical conductivity, and its resistance to corrosion, copper has become a major industrial metal, ranking third after iron and aluminum in terms of quantities consumed. Electrical uses of copper, including power transmission and generation, building wiring, telecommunication, and electrical and electronic products, account for about three quarters of total copper use. Building construction is the single largest market, followed by electronics and electronic products, transportation, industrial machinery, and consumer and general products. Copper byproducts from manufacturing and obsolete copper products are readily recycled and contribute significantly to copper supply.
View Statistics according to USGS
(Source: USGS https://www.usgs.gov/centers/national-minerals-information-center/copper-statistics-and-information)