El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles una orden ejecutiva que impone un arancel global del 50% a las importaciones de productos semiterminados de cobre, una medida que entrará en vigencia el 1 de agosto de 2025. La decisión busca frenar la creciente dependencia del cobre extranjero en industrias clave como la manufactura tecnológica, energética y de defensa. Con esta medida, Washington busca reducir su dependencia del cobre extranjero y proteger su industria frente a riesgos estratégicos y de seguridad nacional.
No obstante, el documento oficial aclara que los insumos básicos como minerales, concentrados, ánodos, cátodos y chatarra de cobre no estarán sujetos al arancel. Esta exclusión beneficia particularmente a Chile, que es su principal proveedor de este metal.
En un primer momento se temió que los cátodos de cobre chilenos también quedaran afectados, lo que causó volatilidad en el mercado y una caída de casi 20% en los precios del cobre COMEX en Nueva York. Sin embargo, tras la aclaración de la Casa Blanca, el panorama cambió.
Chile, el mayor proveedor de cobre de EE.UU., celebra la exención
Durante 2024, las exportaciones chilenas hacia Estados Unidos ascendieron a US$15.615 millones, de los cuales US$5.860 millones correspondieron a cobre refinado, según datos del Banco Central de Chile. En el primer semestre de 2025, esa cifra ya alcanzaba los US$4.189 millones, lo que refleja una alta demanda por parte de la industria estadounidense, que habría intentado asegurarse de contar con inventarios ante eventuales restricciones.
El presidente de la minera estatal Codelco, Máximo Pacheco, calificó la decisión como positiva y declaró que “una primera lectura permite concluir que no se aplicarán tarifas a los cátodos de cobre, lo que permite que sigamos como país abasteciendo ese mercado”. También añadió que esta decisión es “una buena noticia para Chile, para Codelco y para nuestros clientes en Estados Unidos”.
¿Qué busca EE.UU. con este arancel?
De acuerdo con la proclamación publicada en la web oficial de la Casa Blanca, la imposición del arancel responde a un análisis del Departamento de Comercio estadounidense, el cual concluyó que la alta dependencia de cobre importado representa una vulnerabilidad para la seguridad nacional. En concreto, se advirtió sobre el riesgo de disrupciones en la cadena de suministro y sobre cómo esto podría afectar la industria de defensa del país.
Además, el gobierno de Trump denunció prácticas desleales de comercio por parte de varios países exportadores, incluyendo subsidios estatales, sobreproducción y regulaciones ambientales laxas, lo que habría erosionado la competitividad de la industria del cobre en Estados Unidos.
El nuevo arancel del 50% se aplicará a productos semiterminados de cobre, como tubos, alambres, varillas, láminas, cañerías, cables y componentes eléctricos.
Perú parcialmente afectado
En Lima, el ministro de Economía y Finanzas, Raúl Pérez-Reyes, reconoció que el impacto de la medida sobre el Perú sería limitado debido a la baja exposición del cobre peruano al mercado estadounidense.
“Solo el 5% de lo que producimos y exportamos va a EE.UU.”, indicó, durante una conferencia de prensa tras el Consejo de Ministros.
“En la medida que se mantenga la tendencia al alza en los precios, esto va a consolidar el incremento de ingresos tributarios para el país”, señaló. Tras el anuncio de los aranceles, el precio del cobre subió brevemente hasta los US$5,72 por libra, aunque luego retrocedió a US$5,43.
El ministro destacó que, a diferencia de Chile, la mayor parte del cobre peruano tiene como destino China, Japón y otros mercados asiáticos, lo cual reduce la exposición directa al nuevo arancel estadounidense. Sin embargo, no descartó que una eventual ampliación de la medida o nuevas restricciones futuras puedan tener consecuencias más relevantes para la minería nacional.
¿Habrá nuevos aranceles al cobre?
En el caso chileno, la Secretaría de Comercio de Chile —entidad técnica que asesora en temas arancelarios y de comercio exterior— advirtió que la exclusión del cobre refinado podría ser solo temporal.
La proclamación de Trump establece que, a más tardar el 30 de junio de 2026, se debe presentar un nuevo informe sobre el mercado del cobre y la capacidad de refinamiento en EE.UU., con base en el cual el presidente podría imponer aranceles universales escalonados al cobre: un 15% a partir del 1 de enero de 2027 y un 30% desde enero de 2028.
Esa posibilidad mantiene en alerta a los exportadores chilenos y a sus autoridades diplomáticas, quienes esta semana sostuvieron reuniones en Washington para negociar nuevas condiciones comerciales que permitan evitar una ruptura del tratado de libre comercio vigente entre ambos países desde 2004.
(Infobae)
U.S. President Donald Trump on Wednesday signed an executive order imposing a 50% global tariff on imports of semi-finished copper products, a measure that will take effect on August 1, 2025. The decision seeks to curb the growing dependence on foreign copper in key industries such as technology, energy and defense manufacturing. With this measure, Washington seeks to reduce its dependence on foreign copper and protect its industry from strategic and national security risks.
However, the official document clarifies that basic inputs such as ores, concentrates, anodes, cathodes and copper scrap will not be subject to the tariff. This exclusion particularly benefits Chile, which is its main supplier of this metal.
At first it was feared that Chilean copper cathodes would also be affected, which caused volatility in the market and a drop of almost 20% in COMEX copper prices in New York. However, after the White House clarification, the outlook changed.
Chile, the largest copper supplier to the U.S., celebrates the exemption
During 2024, Chilean exports to the United States amounted to US$15.615 billion, of which US$5.860 billion corresponded to refined copper, according to data from the Central Bank of Chile. In the first half of 2025, this figure already reached US$4,189 million, which reflects a high demand from the U.S. industry, which would have tried to ensure that it had inventories in case of possible restrictions.
The president of the state mining company Codelco, Máximo Pacheco, described the decision as positive and stated that “a first reading allows us to conclude that no tariffs will be applied to copper cathodes, which allows us as a country to continue supplying this market”. He also added that this decision is “good news for Chile, for Codelco and for our clients in the United States”.
What is the US looking for with this tariff?
According to the proclamation published on the official White House website, the imposition of the tariff responds to an analysis by the U.S. Department of Commerce, which concluded that the high dependence on imported copper represents a vulnerability to national security. Specifically, it warned about the risk of supply chain disruptions and how this could affect the country’s defense industry.
In addition, the Trump administration denounced unfair trade practices by several exporting countries, including state subsidies, overproduction and lax environmental regulations, which would have eroded the competitiveness of the U.S. copper industry.
The new 50% tariff will apply to semi-finished copper products, such as tubes, wires, rods, sheets, pipes, cables and electrical components.
Peru partially affected
In Lima, the Minister of Economy and Finance, Raul Perez-Reyes, acknowledged that the impact of the measure on Peru would be limited due to the low exposure of Peruvian copper to the U.S. market.
“Only 5% of what we produce and export goes to the U.S.,” he indicated, during a press conference after the Council of Ministers.
“To the extent that the upward trend in prices continues, this will consolidate the increase in tax revenues for the country,” he said. Following the announcement of the tariffs, the price of copper rose briefly to US$5.72 per pound, although it later fell back to US$5.43.
The minister pointed out that, unlike Chile, most Peruvian copper is destined for China, Japan and other Asian markets, which reduces direct exposure to the new U.S. tariff. However, he did not rule out that an eventual extension of the measure or new future restrictions could have more relevant consequences for Peruvian mining.
Will there be new copper tariffs?
In the Chilean case, the Chilean Secretariat of Commerce -a technical entity that advises on tariff and foreign trade issues- warned that the exclusion of refined copper could be only temporary.
Trump’s proclamation establishes that, no later than June 30, 2026, a new report on the copper market and refining capacity in the US must be submitted, based on which the president could impose staggered universal tariffs on copper: 15% as of January 1, 2027 and 30% from January 2028.
This possibility keeps Chilean exporters and their diplomatic authorities on alert, who this week held meetings in Washington to negotiate new trade conditions to avoid a rupture of the free trade agreement in force between both countries since 2004.
(Infobae)
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