El yacimiento de metal rojo ubicado en la región chilena de O’Higgins, una división de la cuprífera estatal Codelco, avanza hacia una minería verde: reutiliza neumáticos y usa buses 100% eléctricos
A 50 kilómetros al este de la ciudad de Rancagua, en la Región de O’ Higgins, en la zona central de Chile y, tras un camino zigzagueante que lleva como telón de fondo cerros semi blancos de la cordillera de Los Andes, se llega a El Teniente, el yacimiento de cobre subterráneo más grande del planeta. La mina, que posee 4.500 kilómetros de túneles bajo tierra, es explotada por la cuprífera estatal Codelco, el mayor proveedor de cobre a nivel mundial.
Desde la superficie, mientras corre un viento incesante, es difícil imaginar toda la vida bajo ese cerro de 2.200 metros de altura que comenzó a ser explotado en 1905 y desde donde se obtienen alrededor de 350.000 toneladas métricas finas (tmf) de cobre al año, siendo la división de Codelco que entrega el mayor aporte del metal rojo.
A pesar de que la empresa chilena mantiene su liderazgo mundial, en 2023 tuvo una producción de 1.324.554 toneladas métricas finas (tmf) de cobre, lo que significó una caída de 8,4% respecto del año anterior, en medio de interrupciones en las minas y retrasos en los proyectos por la falta de inversión en décadas anteriores.
Hoy Codelco quiere aumentar su producción a través de una inyección de 40.000 millones de dólares durante los próximos 10 años, que contempla la revisión de yacimientos envejecidos.
La empresa también tiene los ojos puestos en una minería más verde y busca reducir en un 70% su huella de carbono a 2030 y alcanzar la carbono neutralidad en 2050.
El presidente ejecutivo de la cuprífera estatal, Rubén Alvarado, afirma que no ven “un conflicto entre sostenibilidad y productividad”. Explica que, desde los mercados, se está exigiendo a las mineras contar con certificaciones medioambientales y comenta que en Codelco las consideran un “activo fundamental”.
Por las ciudades subterráneas de El Teniente, en una oscuridad que parece no tener fin, transitan buses 100% eléctricos que llevan a los mineros a sus puestos de trabajo. Actualmente cuentan con 104 vehículos, y es una de las flotas de electromovilidad más grandes del mundo en operaciones mineras.
Estos vehículos son fabricados a las afueras de la ciudad de Rancagua por Reborn Electric Motors, la primera y, hasta el momento, la única empresa chilena que confecciona buses eléctricos. Ricardo Reppening, uno de sus fundadores y su actual gerente de tecnología, afirma que “la minería posibilitó que la empresa naciera”.
Por las diferentes estaciones del proceso minero, nueve trenes, también 100% eléctricos, recorren El Teniente a unos 35 kilómetros por hora. Esa línea férrea de 33 kilómetros, que es coordinada remotamente desde el Centro Integrado de Operaciones (CIO) de Codelco en Rancagua, es el mayor activo que posee la mina.
No solamente los trenes son coordinados desde fuera, sino que también muchas de las máquinas que se ocupan en la perforación de las rocas son automatizadas. En un sillón con comandos, ubicado dentro de una de las oficinas en la mina subterránea, Liliana Rodena (46 años), una operadora de El Teniente, explica mientras mueve controles con sus manos y observa muy concentrada unas pantallas: “Antes uno estaba expuesto a mucho polvo y ruido (…) A través de estos equipos telecomandados cambió completamente la calidad de vida”. Liliana, que lleva 12 años trabajando en minas, afirma que la automatización ha permitido que más mujeres puedan entrar a la industria. En términos de paridad de género, Codelco contaba con 16,6% de dotación femenina en todas sus operaciones en 2023. Para el 2027, la meta es alcanzar el 35%.
Por el laberinto de caminos bajo tierra de El Teniente existen unos 40 puntos de reciclaje divididos en plásticos, textiles y cueros. En ese último contenedor, están amontonados decenas de zapatos gastados por el tiempo y el polvo.
El reciclaje no solamente ocurre a pequeña escala porque, si algo abunda en las minas, son las ruedas. A través de una alianza con la empresa Arrigoni Ambiental NFU, ubicada a 21 kilómetros de Rancagua, se reciclan los neumáticos fuera de uso.
Durante el 2023 se procesaron 5.500 toneladas de neumáticos en la planta, un 50% de ellos provenientes de la industria minera, con Codelco como su principal proveedor. A través de un proceso químico llamado pirólisis (la descomposición térmica de sustancias cuando éstas se calientan a altas temperaturas y en ausencia de oxígeno) obtienen tres subproductos reutilizables: acero, carbón y un combustible alternativo al diésel.
El subgerente de Arrigoni Ambiental NFU, Mauricio Bravo, explica que el proceso que realizan en la planta lo denominan “economía circular de verdad”: “Buscamos que los productos que se obtengan de la pirólisis de los neumáticos puedan ser utilizados en la misma industria que los generó”.
En el caso de la minería, Bravo apunta que ocupan el acero para fabricar parrillas de piso industrial. “El carbón lo transformamos en carbón activado para filtrar aguas ricas en minerales, como son las que están presentes en las minas. Y, para el combustible alternativo al diésel, miramos más allá de su propiedad de poder calorífico y vemos su aplicación como un aditivo para procesos mineros”. Y agrega: “Eso es lo que nos permitiría que el 100% de los productos tengan un uso en la industria que nos entregó el neumático y no tengamos que preocuparnos de otro pasivo ambiental”, señala.
Para Rubén Alvarado, el presidente ejecutivo de Codelco, este tipo de alianzas son las que pemitirán a Chile avanzar hacia “un liderazago de una minería responsable”.
(Créditos: Maria Victoria Agouborde. Fotos: Fernanda Requena. El País)
The red metal deposit located in the Chilean region of O’Higgins, a division of the state-owned copper company Codelco, is moving towards green mining: it reuses tires and uses 100% electric buses.
El Teniente, the largest subway copper deposit in the world, is located 50 kilometers east of the city of Rancagua, in the O’Higgins Region, in central Chile, after a zigzagging road with the semi-white hills of the Andes Mountains as a backdrop. The mine, which has 4,500 kilometers of underground tunnels, is operated by the state-owned copper company Codelco, the world’s largest copper supplier.
From the surface, while an incessant wind blows, it is difficult to imagine all the life under this 2,200-meter-high hill that began to be exploited in 1905 and from where around 350,000 fine metric tons (mtf) of copper are obtained per year, being the Codelco division that provides the largest contribution of the red metal.
Despite the fact that the Chilean company maintains its world leadership, in 2023 it had a production of 1,324,554 fine metric tons (fmt) of copper, which meant a drop of 8.4% compared to the previous year, amid interruptions in the mines and delays in the projects due to the lack of investment in previous decades.
Today Codelco wants to increase its production through an injection of 40,000 million dollars over the next 10 years, which contemplates the overhaul of aging deposits.
The company also has its eyes set on greener mining and seeks to reduce its carbon footprint by 70% by 2030 and achieve carbon neutrality by 2050.
The executive president of the state-owned copper company, Rubén Alvarado, states that they do not see “a conflict between sustainability and productivity”. He explains that the markets are demanding that mining companies have environmental certifications and comments that Codelco considers them to be a “fundamental asset”.
In the subway cities of El Teniente, in a darkness that seems to have no end, there are 100% electric buses that take miners to their workplaces. There are currently 104 vehicles, and it is one of the largest electromobility fleets in the world in mining operations.
These vehicles are manufactured on the outskirts of the city of Rancagua by Reborn Electric Motors, the first and, so far, the only Chilean company that manufactures electric buses. Ricardo Reppening, one of its founders and its current technology manager, states that “mining made it possible for the company to be born”.
Nine trains, also 100% electric, run at 35 kilometers per hour through the different stations of the mining process. This 33-kilometer rail line, which is coordinated remotely from Codelco’s Integrated Operations Center (CIO) in Rancagua, is the mine’s greatest asset.
Not only are the trains coordinated from the outside, but also many of the machines involved in rock drilling are automated. In an armchair with commands, located inside one of the offices in the subway mine, Liliana Rodena (46 years old), an operator at El Teniente, explains while she moves controls with her hands and watches some screens with great concentration: “Before, one was exposed to a lot of dust and noise (…) Through this remote-controlled equipment, the quality of life has completely changed”. Liliana, who has been working in mines for 12 years, says that automation has allowed more women to enter the industry. In terms of gender parity, Codelco had 16.6% female staff in all its operations in 2023. By 2027, the goal is to reach 35%.
Through the labyrinth of underground roads at El Teniente there are some 40 recycling points divided into plastics, textiles and leather. In this last container, dozens of shoes worn out by time and dust are piled up.
Recycling does not only occur on a small scale because, if there is one thing that is abundant in the mines, it is wheels. Through an alliance with the company Arrigoni Ambiental NFU, located 21 kilometers from Rancagua, end-of-life tires are recycled.
During 2023, 5,500 tons of tires were processed at the plant, 50% of which came from the mining industry, with Codelco as its main supplier. Through a chemical process called pyrolysis (the thermal decomposition of substances when they are heated at high temperatures and in the absence of oxygen) they obtain three reusable by-products: steel, coal and an alternative fuel to diesel.
The assistant manager of Arrigoni Ambiental NFU, Mauricio Bravo, explains that the process carried out at the plant is called “truly circular economy”: “We seek to ensure that the products obtained from the pyrolysis of tires can be used in the same industry that generated them”.
In the case of mining, Bravo points out that they use the steel to manufacture industrial floor grills. “We transform coal into activated carbon to filter mineral-rich waters, such as those present in the mines. And, for the alternative fuel to diesel, we look beyond its calorific power property and see its application as an additive for mining processes.” And he adds: “That is what would allow us to use 100% of the products in the industry that gave us the tire and not have to worry about another environmental liability”, he points out.
For Rubén Alvarado, Codelco’s executive president, this type of alliance is what will allow Chile to advance towards “a leadership in responsible mining”.
(Credits: Maria Victoria Agouborde. Photos: Fernanda Requena. El País)




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